_Boquete, Panamá / 31 de mayo_ / El famoso café de Panamá, no es solo calidad, es una historia de varias generaciones y este año la Asociación de Cafés Especiales de Panamá (SCAP por sus siglas en inglés), en la XXVIII versión del Best of Panama (BOP) reconoce ese esfuerzo al tener como tema principal del certamen “Mountain Tales” (Cuentos de la Montaña).
En el marco del BOP, la organización distingue ese duro trabajo de muchas generaciones de productores de café que contribuyen para que este grano cultivado en las fértiles tierras de Panamá, hoy sea un referente de calidad a nivel mundial.
Wilford Lamastus, de Finca Elida Estate Coffee y Ricardo Koyner de la finca Café Kotowa, ambos comparten una historia en común. Al crecer en medio de los cafetales, ellos son parte de esa herencia de varias generaciones que continúan con el amor por la tierra y por el cultivo de este precioso grano.
La historia de Café Kotowa se remonta a una tradición de más de 100 años, cuando el abuelo de Ricardo Koyner se casó con una boqueteña y ahí comienza una de las muchas historias que están alrededor del café. Sus hijos son la nueva generación, también han continuado con ese legado, orientando sus carreras profesionales hacia esta bonita actividad que genera muchos empleos en la región.
Mientras que en 1918, comenzó la historia de Elida Estate Coffee, hoy Wilford Lamastus es la tercera generación. Él lleva en su sangre el color de aquel fruto maduro, nació en una pequeña finca de Café y actualmente este sitio es el hogar de los nuevos plantones que tienen para continuar la producción de esta finca.
La caficultura panameña vivió su más duro episodio a mediado de la década de los 90, la caída de los precios del café en el mercado internacional pusieron en aprietos a muchos productores, algunos vendieron sus fincas, otros comenzaron a buscar posibles alternativas y fue ahí, cuando se organizan y nace en 1996 la Asociación de Cafés Especiales de Panamá (SCAP por sus siglas en ingles),
En ese momento el valor del café alcanzó los 60 centésimos por libra, condición que no permitía tener ninguna rentabilidad para continuar con la actividad cafetalera.
“Tuvimos que tomar una decisión, dejábamos de sembrar café y nos dedicábamos a otro rubro agrícola o teníamos que buscar la manera de darle valor a nuestro café”, afirma Ricardo Koyner, mientras explica que el objetivo con la nueva organización, era darse a conocer y entender que quería el mercado, buscar las variedades y los procesos para satisfacer la demanda del mercado y eso trajo toda la revolución del café.
Esta decisión llevó a los productores panameños a participar en ferias de café en el exterior y entendieron que la mejor experiencia era traer a los compradores al lugar donde se cultiva el café y con esta decisión, nace el certamen más importante de la caficultura panameña, el Best of Panama (BOP).
Wilford Lamastus mientras recuerda aquellos difíciles episodios de la caficultura panameña, confiesa que no puede olvidar el momento en que se descubre el Geisha en una mesa de cata en el 2004.
“Vimos a los jueces internacionales sorprendidos, con lo que estaban probando y eran personas experimentadas en probar los cafés de diferentes partes del mundo”, dijo.
Hoy 20 años después, los productores recuerdan esa primera vez del Geisha de Panamá en una competencia del BOP, hacen una pausa y sonríen, fue lo más novedoso que ha tenido la industria del café de Panamá, ese árbol diferente que encontró Daniel Peterson en la Hacienda La Esmeralda y que lo llevó por primera vez a la competencia del BOP con su padre Price Peterson y su hermana Rachel Peterson.
En ese momento nació la reina del café Panameño, ese grano que atrae a los más exigentes paladares que cada año se dan cita en Boquete para probar lo nuevo, lo mejor, lo más reciente que ofrecen los productores panameños al mundo, es una variedad de café que llevó a Panamá a ubicarse por encima de los demás países productores del grano.
El geisha le dio una ventaja comparativa a Panamá como país productor, un producto altamente diferenciado de los demás cafés, una variedad que puede producir tonos muy frutosos o muy florales que se diferencian de otras variedades de café.
Los productores panameños tras mucho esfuerzo aprendieron a manejar el tema ambiental en el cultivo del café, saber que el clima y el suelo de origen volcánico, es decir, el terroir, son claves en la calidad del grano, las ventajas geográficas del país y su proximidad al Volcán Barú, el punto más alto de Panamá, permite ofrecer al mundo, cafés altamente diferenciados que ha sido la atracción para que el mercado mundial venga a Panamá.
Los productores panameños tienen muchos retos y es seguir produciendo cafés con notas muy diferenciadas y más destacadas, porque los países productores de la región también tienen Geisha. El reto no es solo alcanzar un récord en un lote de especialidad, es mantenerse como referente a nivel mundial en calidad de café.
El BOP es el evento anual que organiza la SCAP, donde los productores de café de especialidad de Panamá que deseen participar, entregan sus mejores lotes de cafés al concurso para ser catados inicialmente por un panel de jueces nacionales quiénes seleccionan los mejores 24 lotes por cada categoría (Varietales, Geishas Lavados y Geishas Naturales), para pasar a la Cata Internacional. Los expertos en café de especialidad de diferentes partes del mundo llegan a Boquete, Chiriquí, a calificar la calidad de estos cafés y son premiados los 8 primeros lugares de cada categoría en una ceremonia de premiación donde se conocen los ganadores. Durante todo el proceso, una firma de auditores externos son los encargados de mantener la transparencia y confidencialidad del concurso.
El BOP finaliza con una subasta electrónica anual de 50 lotes de cafés, donde entran 18 lotes de Geisha Natural, 18 lotes de Geisha Lavado y 14 lotes de varietales, que obtuvieron los mejores puntajes en la Cata Internacional. Es aquí donde Panamá ha logrado los mejores precios de venta a nivel mundial.
Con “Mountain Tales”, SCAP reconoce el esfuerzo de los productores que han logrado un extraordinario éxito, no solo para la industria del café, sino para Panamá como país productor del mejor café del Mundo.
Nota de Prensa: Marcelino Rosario / SCAP / marcelino.rosario@gmail.com